Día 20 – Martes 10 Lopburi y Sukhothai
Nos despertamos pronto ya que a las 8:30 salía nuestro tren rumbo Lopburi, la ciudad de los monos. Así que dejamos las maletas para 18-19 días en el hotel por solo 9€ las dos maletas!
El tren llegó puntual y el viaje duró unas 2 horas y media. En el tren nos dieron unas pastitas y café! El billete no había llegado a los 20€ dos personas, eran asientos anchos y cómodos y encima te daban de comer y beber sin coste! Lo único malo es que el aire acondicionado estaba a tope y hacia un frio de muerte!!!
Llegamos sobre las 11 a Lopburi y a las 12 ya estábamos de nuevo listos para coger el siguiente tren que salía a la 1 (era un tren express que solo duraba 3 horas, el siguiente era a las 17 y duraba 5 horas!).
Lopburi como ciudad no tiene nada especial si no fuera por los monos. No solo están por los templos sino por toda la ciudad! Es una plaga! Es alucinante!
Lo destrozan todo, crían sin control, se meten por todos sitios, cruzan la calle, se suben por los cables eléctricos, edificios... Es alucinante verlo e incluso muy gracioso y curioso, pero vivir así... La gente de allí está un poco hasta las narices... Vimos gente que les disparaba con tirachinas e incluso pistolas de bolas, otros los apartaban con palos y en algunas tiendas ponían peluches de cocodrilos que según nos dijeron, hacía que los monos no se acercaran...
A la 1 puntual salió nuestro tren rumbo Phitsanulok y de allí tuvimos que coger una van para ir hasta Sukothai dónde pasaríamos el siguiente día y teníamos una noche de hotel reservada (que había reservado durante el viaje de tren de Bangkok a Lopburi).
El tren era aún más cómodo que el anterior y nos sirvieron la comida (de la cual solo nos comimos el arroz y probamos un poco el resto) y luego nos sirvieron un pastelito de postre y cafés. El aire también estaba a tope y encima nos tocó cerca de una gorda, que no sabíamos seguro si era él o ella, que ponía videoclips en su móvil con la música maquinorra alta!!! Y nadie pensaba decirle nada? Como el ruido del tren era bastante fuerte medio ayudó a pasar el viaje más ameno, aunque por ratos... Por suerte no tardó en quedarse sin batería en el móvil y en el cargador extra...
Llegamos a la 16 y preguntamos por los trenes para Chiang Mai. Todos los nocturnos estaban agotados, y el otro que salia a las 20:40 solo le quedaba una cama... Así que lo cogimos de asiento (520thb los dos). Total, a las 4 tenía que llegar a Chiang Mai....
De allí nos dirigimos con un tuk tuk a la estación de autobuses y cogimos un bus que salía a los 10 minutos para new sukothai, dónde teníamos el alojamiento reservado. También nos informó que el último bus que salía de new sukotai para Phitsanulok era a las 18. Así que teníamos una combinación genial para volver, a excepción de la cama en el tren claro...
El bus se nos hizo eterno, tardo hora y media pero fue como si fueran más... Además suerte que cogimos asiento porque había pocos y el bus iba haciendo paradas y terminó que no cabía ninguna aguja!
Sobre las 18 llegamos a la estación de autobuses y estaba ya oscuro. Varias vans/tuktuk se ofrecían a llevar a la gente a hostels. Una nos pidió 100bat para llevarnos a la nuestra pero al decirle que era caro y que ya teníamos el hostel reservado, nos bajó a 40.
Llegamos a la guesthouse y la habitación estaba genial. Estaba en el segundo piso de una caseta de madera, toda muy limpia y con las ventanas con mosquitera. Nos cambiamos y fuimos a pegarnos un chapuzón a la piscina. Decidimos después cenar en el mismo hotel y nos fuimos prontito a dormir.
Día 21 – Miércoles 11 Sukothai
Cuando nos despertamos desayunamos en el hotel y allí mismo alquilamos una moto que nos costó 150bat (aunque valía 250, no sé porque nos cobró eso...) y con la barriga llena nos fuimos a ver las ruinas. Entramos pagando a dos, la del centro/histórico, la más famosa, y la oeste, que está como a las afueras. La oeste lo bonito era que al ir con la moto veías un poco de paisaje pero no eran muy interesantes. También vimos el wat si chum dónde había un buda muy grande como encerrado pero sin entrar ni pagar entrada, lo vimos des de fuera. La que más nos gustó fue el wat mahathat que estaba en el complejo histórico.
Ya eran las 2 y decidimos ir al hostel a bañarnos a la piscina ya que estábamos empapados del sudor y comer algo allí. Y eso hicimos, nos bañamos, comimos y volvimos a bañarnos hasta que llegó la hora de irnos. Un tuk tuk nos esperaba en la puerta del hostel y quería cobrarnos 100bat! Le comentamos que el día anterior nos habían traído por 40 y dijo que era imposible, le subí a 50 que es lo que le había cobrado a una francesa para llevarla mientras comíamos y nos dijo que menos de 80 no. Así que nos hicimos los valientes y fuimos andando a la calle principal... Allí andamos un par de minutos y paramos a otro tuk tuk que nos dijo que por 40 nos llevara a la estación.
El bus salió más que puntual, a menos 10 ya había salido. Este era más cómodo y pareció que paraba menos y a las 19 ya estaba a Pitsanoluk. Compartimos tuk tuk con una pareja que había estado en el hotel dónde nosotros, y ya coincidimos parte del resto del viaje.
El tren tenía dos horas de retraso, así que en vez de llegar a las 20:37 como tenía que llegar, llegó a las 22:40.
Durante ese rato nos fuimos con esa pareja a cenar, Jael i Marc, de padres españoles y viviendo en Ginebra. Cenamos al lado de la estación de tren que había un mercado de comida y luego nosotros nos fuimos en busca de unas mantas o jerséis, algo que nos abrigara durante el viaje en tren, y ellos fueron a dar una vuelta. Al final encontramos unos jerséis, por 100 bat cada uno, tocando a la estación y fuimos a cargar los móviles y esperar el tren.
Subimos a nuestro vagón, nada que ver con los anteriores trenes! Los asientos si, cómodos, pero todo muy viejo, las ventanas abiertas, ventiladores puestos, el tren se movía tanto que parecía que en cualquier momento saldríamos volando...
Al subir al tren nos encontramos con una pareja que conocíamos de Barcelona! Que pequeño es el mundo!
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