Al fondo del cono partido y a los pies del acantilado se ha formado una pequeña y llamativa laguna cuyas aguas de filtran desde el mar. La laguna de varios metros de profundidad, es de un color verde esmeralda intenso que destaca entre la negra arena y el azul del océano.
En esta zona se pueden encontrar las extrañas olivinas, piedras semipreciosas con las que los artesanos locales diseñan unas originales joyas.
Se puede llegar por dos costados:
- Uno es llegando al pueblo de el Golfo, justo a su norte, famoso en toda la isla por el excelente pescado fresco que allí se puede degustar. En este caso solo puedes disfrutar del lago desde lejos puesto que no hay ningún camino para bajar.
- El otro acceso es por su otro costado, a su sur. Aquí encuentras un parquing donde debes dejar el coche y luego andar unos pocos minutos hasta la playa, donde está el lago.
Como puedes ver en las fotos, si accedes desde el pueblo del Golfo solo ves el lago desde lejos, mientras que si accedes por el lado opuesto, puedes llegar hasta la cuerda que delimita el lago, justo en la playa.
Delante de las laguna de los Clicos hay una bonita playa de arena negra, de unos 300m de longitud. Está delimitada por una pared rocosas de color amarillo que parece estar en el Grand Canyon...
Siempre que he ido a ver el lago verde, el mar que rompe en esta maravillosa playa de arena negra de lava está bravío. Así que tomar el sol es posible, pero bañarse no lo veo demasiado seguro... Lo que si vas al atardecer, podrás disfrutar de una puesta de sol de película.