Al final de la calle State de Santa Bábara, la calle principal de la ciudad, encontramos un pequeño pero sorprendente muelle, el Stearns Wharf.
Puedes llegar al muelle andando pero si no es temporada alta, también podrás ir en coche. Y digo si no es temporada alta porque en el mismo muelle hay solo unos pocos sitios para aparcar el coche.
Para llegar deberás pasar por una especie de camino de maderas, ya parte del muelle, que cruza por en medio de la playa y pasa por encima el mar, hasta llegar a la zona de aparcamientos. Aquí aparcar es gratuito, si más no, en la época que viajamos nosotras (marzo).
Una vez aparcado el coche nos encontramos unas cuantas casetas típicas americanas que albergan dentro tiendas y restaurantes.
En la parte más alejada encontramos una amplia plataforma, toda de madera, desde la que podemos disfrutar de unas increíbles vistas a la playa y relajarnos.
Nos gustó tanto el sitio, pequeñito pero muy típico, y olía tan bien a una mezcla de pescado y marisco que decidimos comer en el Shellfish Company, uno de los restaurantes que había en el muelle. Que bien elegimos! Comimos tan bien!!!!!!!!
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